martes, 6 de noviembre de 2018

Fahrenheit 451: Una sociedad controlada



                        Fahrenheit 451 de Ray Bradbury fue publicado en 1953 en Estados Unidos.

                En la novela, Bradbury presenta una sociedad completamente censurada. En esta historia Montag, un bombero cuyo único placer era quemar libros, comienza a cuestionarse toda su vida tras un encuentro con una desconocida en el medio de la noche. De ahí en adelante, intenta comprender a su comunidad. ¿Por qué está prohibido leer? ¿Por qué los bomberos queman libros? ¿Que es ser "feliz"?
                En primer lugar, la educación en esta sociedad consiste principalmente en repetir y memorizar, cualquier materia que enseñe a cuestionar, pensar o entender no existe, ya que la mentalidad de la mayoría de los habitantes como Beatty, Jefe de Montag, defiende el hecho de que, si uno se cuestiona, nunca sera feliz, vivirá triste, por lo que es más fácil enseñar un solo punto de vista sobre un tema o llenar a los alumnos de datos irrelevantes para que crean que piensan:

                "Atibórrala de datos no combustibles, lánzales encima tantos <<hechos>> que se                                    sientan abrumados, pero totalmente al día en cuanto a información. Entonces tendrán                            la sensación de que piensan, de que se mueven sin moverse, y serán felices."
                   
                 La censura en la comunidad es constante, principalmente en los medios de comunicación que están a disposición del gobierno por lo que, ante cualquier problema, resistencia o rebelión, si es necesario, se miente e inventa. Un ejemplo es la supuesta captura de Montag, la cual fue una farsa para demostrarle a la sociedad que nadie puede rebelarse así y salir ileso:
                                 
                  "En la pantalla un hombre dobló una esquina. De pronto, el sabueso mecánico entró en el                      campo visual. El helicóptero lanzó una docena de brillantes haces luminosos que                                  construyeron como una jaula alrededor del hombre.
                    Una voz gritó:
                     -¡Ahí esta Montag!¡La persecución ha terminado!
                    El inocente se paró en seco, atónito, con un cigarrillo encendido en una de sus                                      manos. Se quedó mirando al sabueso sin saber qué era aquello, Probablemente                                      nunca llego a saberlo." 


                   Por otro lado, en la historia los libros tienen un rol muy importante. Estos están completamente prohibidos y son constantemente quemados por bomberos. La razón de su eliminación en simple: El hecho de leer  el punto de vista de un autor o sentir tristeza una poesía, poder crear un punto de vista diferente, imaginar otra sociedad haría que las personas comenzaran a rebelarse, lo que generaría un gran problema para el gobierno:
                              
                    "Un libro en manos de un vecino es como un arma cargada."

                    En conclusión, la sociedad  de Fahrenheit 451 puede ser un futuro exagerado de nuestra propia sociedad ya que los medios suelen censurar la realidad sin que nos demos cuenta. El constante crecimiento de la tecnología puede hacer que dejemos de pensar lo suficiente o que abandonemos la lectura en pos de una mentira o "feliz" comodidad.

domingo, 20 de mayo de 2018

Escapar


        Corría. Mis pies quemaban al rozar con el empedrado de las oscuras calles. Las gotas de lluvia resbalaban sobre mi cara, empapaban, de a poco, toda mi ropa. Pero no me importaba, nada me importaba. Nada desde que me dejaron solo en ese lugar.
        Faltaban dos cuadras, solo 200 metros, ni más ni menos. Todo estaba en silencio, solo se escuchan los pasos que me perseguían. Corría como si mi vida dependiera de ello, y es que en realidad, dependía de ello.
        Eran las 7:59, trotaba por las calles, el destino estaba por llegar, a mi derecha las vías del tren vibraban. Era la señal. Solo tenía que saltar.
Y así lo hice.

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     Desde que tengo  memoria, tenía la misma idea en la cabeza: escapar. Ya sé, suena un tanto cobarde pero estaba harto de ese infierno. A mis siete años, huí de donde vivía con mi tío. El hombre era un monstruo, estaba completamente loco. Pensaba que eso me llevaría a un lugar en el que me quisieran realmente, o simplemente me trataran bien. Que equivocado que estaba…Terminé en el peor lugar en el que alguien puede vivir: un orfanato. Desde ese día hasta hace unos pocos, ocho años después, seguía pensando en cómo huir de allí. Y no estaba muy lejos, tenía un plan.
      Viví toda mi vida en una especie de orfanato a las afueras de Londres. Allí trabajaba noche y día, y con suerte comía. Limpiaba chimeneas, cocinaba, hacía las camas, hasta lavaba la ropa. Pero nada hacía que fuera libre, todo lo contrario, cada vez estaba más encarcelado en esa pesadilla.
      Por esa razón quería irme, quería huir. Armé un plan, simple pero efectivo, todo estaba exactamente cronometrado. Tardé meses en terminarlo y perfeccionarlo, pero por fin me iba a ir. A las 7:30 saldría y a las 8, sería libre.
      Esa misma tarde preparé todo, nada ni nadie podía arruinarlo. -Irónico ¿no? yo mismo lo iba a arruinar-
     Contaba con la ayuda de una persona, Nancy, que era una de las ayudantes de la directora en el orfanato. Era como una madre para mí, la única persona a la que realmente quería, la única que se suponía que era incapaz de defraudarme.
     Una hora antes de las 7:30, le fui a contar lo que tenía en mente para que me ayudara, le iba a pedir algo fundamental en el plan. No sé por qué confié tanto en ella.
 -¡Nancy!- la saludé.
-¡Oliver!
-Necesito pedirte un favor…
No tenía que decirle, era la primera regla del plan…
-Me quiero ir.-  dije sin entender  por qué lo había revelado.
Arruinaste todo, Oliver, te felicito…
-Me voy a escapar, y necesito que me ayudes- reconocí.
     Después de estar horas y horas tratando de convencerla, ella acepto. Solo tenía que dejar todas las puertas sin llave, no era tan complicado. Era importante, demasiado importante.
      A las 7:30, salí de mi cuarto. Caminé por los pasillos silenciosamente. Si alguien me veía, todo se arruinaría. Pasé por cada cuarto, cada salón y cada baño. Todo estaba saliendo a la perfección, caminé hacia la primera puerta de dos, la que daba al parque. Toqué el picaporte y comencé a girarlo lentamente. Logre abrirla. Afuera todo estaba oscuro, lloviznaba, se veían las pocas luces del pueblo.  Corrí hacia la siguiente y última puerta, tenía miedo. Si no abría, el plan fracasaba. Toque el picaporte, estaba muy frio, comencé a bajar la manija lentamente, sonreí, estaba abierta.
      Me había traicionado, lo había hecho sin importarle nada en absoluto. Apenas abrí la puerta, tres policías me empezaron a perseguir. Yo no era rápido, tenía 12 años, pero tenía que intentarlo, no podía rendirme después de todo lo que pase.

          Corría. Mis pies quemaban al rozar con el empedrado de las oscuras calles. Las gotas de lluvia resbalaban sobre mi cara, empapaban, de a poco, toda mi ropa. Pero no me importaba, nada me importaba. Nada desde que me dejaron solo en ese lugar.
        Faltaban dos cuadras, solo 200 metros, ni más ni menos. Todo estaba en silencio, solo se escuchan los pasos que me perseguían. Corría como si mi vida dependiera de ello, y es que en realidad, dependía de ello.
        Eran las 7:59, trotaba por las calles, el destino estaba por llegar, a mi derecha las vías del tren vibraban. Era la señal. Solo tenía que saltar.
Y así lo hice.
      Salté, pero alguien agarró mi tobillo. Caí de cara al piso. Todas mis esperanzas se habían ido, y yo había quedado inconsciente.
         Lo último que vi fue la cara de Nancy mirándome fijamente. Entonces lo entendí: no le importaba ni a ella ni a nadie.

domingo, 15 de abril de 2018


12 Marzo de 2018

Flatulencias en las calles de Buenos Aires.

DESMAYOS Y SUSTANCIAS EXTRAÑAS SE EXPERIMENTAN EN LA FLORIDA.

      Por la tarde del 11 de Marzo se realizó una de las más importantes conferencias de la República Argentina, la cual proponía una celebración de fin de año que se extendería por todo Buenos Aires. Esta se llevó a cabo en la famosa calle Florida, en pleno centro. Todo estaba perfectamente organizado, pero su final nos dejó un tanto impresionados y aturdidos. El histórico hecho será recordado por cada uno de los participantes, en especial por el organizador y empresario Fedele Fusco, quien es y será el protagonista de esta historia.
Empresario Fedele Fusco.
    
  La conferencia había sido organizada semanas antes con mucha dedicación, preparada para absolutamente todo, excepto para la digestión del Sr. Fusco, quien no pudo resistir tal presión, por lo que su sistema ejecutó un gas sonoro y aromatizado en frente de todos los presentes: periodistas, camarógrafos, organizadores, admiradores, entre otros. Pero la cereza del postre fue que, al terminar tal acto, se desmayó y dejó, obviamente, a todos confundidos por la absurda escena que habían presenciado.                            

ESCAPE SONORO
    La flatulencia abandonó el cuerpo del gran hombre cual trueno en plena noche de tormenta, dejando atrás la dignidad del empresario, y a todos los espectadores atónitos, ya que no podían distinguir si se trataba de un ataque terrorista, un choque en pleno centro o un terremoto de 10 puntos sísmicos. Fuentes nos informan que nuestro protagonista había disfrutado de un estrepitoso banquete digno de Reyes la noche anterior. Y Parece que el pobre estómago estaba perezoso y decidió terminar la digestión en el momento justo. Aunque el sistema nervioso no se quedo atrás, este procedió a tomar protagonismo y dejó caer inconsciente el cuerpo del individuo.
  
  Automáticamente, múltiples médicos se acercaron a la escena del crimen. Pero, definitivamente, la heroína de este encuentro fue la monumental cucharada de azúcar que le hicieron ingerir al desmayado, la misma despertó el débil cuerpo del hombre como el clásico beso que le brindó el príncipe a la bella durmiente.

FINALMENTE
    Nuestro protagonista se incorporó avergonzado y decepcionado. Los observadores callaron automáticamente esperando la reacción del moribundo para más tarde escribir en las portadas de sus revistas escrachando el encuentro y al mismo protagonista. Pero este fue inteligente y, sensato como abuelo en pleno juego de ajedrez, mirando al público, se retiró con actitud de superado, cual empresario que acaba de cerrar un negocio millonario.

viernes, 13 de octubre de 2017

Cambios

   Mi vida nunca ha sido fácil; estar sola no es fácil, ser diferente no es fácil. Yo no era igual a las demás. Opinaba diferente, pensaba diferente, vestía diferente, y mis intereses eran diferentes.Mis compañeros me insultaban por ser como era, mis maestros no me registraban y mis padres nunca estaban cuando los necesitaba.
   Hasta que un día todo cambio.Yo cambié. Una tarde de invierno, toda mi vida dio un giro de 180°. Aquella tarde de junio había salido corriendo de la escuela, estaba cansada. Cansada de que la gente fuera como era, que me insultaran y molestaran hasta hacerme llorar, y de tener que huir de la clase. ¿A dónde iba? Corría hacia el único lugar que me contenía; el reino de la lectura, el único lugar que me hacía sentir bien. Estaba tan sumida en mis pensamientos que choqué con otro cuerpo, el chico de ojos azules que puso  mi mundo de cabeza...

sábado, 9 de septiembre de 2017

Cartas del más allá.

 Es un día completamente gris y lluvioso. Lo extraño demasiado. Pasaron solamente unos meses desde su muerte pero para mí, una eternidad. Desde que se fue me siento sola, sin nadie a quien contarle mi día y conversar de temas al azar. Ya no sé con quién pasar las horas; y los minutos son cada vez más eternos. Últimamente, me quedo sentada pensando en nada, esperando a que él vuelva.
       Alguien toca la puerta e interrumpe mis pensamientos. No sé quién puede ser. No estoy esperando a nadie. Mientras camino hacia la entrada, un pensamiento cruza mi mente, ¿Será él? No, imposible.
  Cuando abro, veo un sobre blanco tirado en el suelo. Tiene mi nombre solamente: sin estampilla, sin dirección, nada. No sé si abrirlo. Miles de pensamientos recorren mi mente y decido que lo mejor es ver lo que hay dentro.
    Es solo una simple carta doblada a la perfección:
       
     Hola, Agus:
               Soy yo, Ian. Ya sé lo que estás pensando y sí, estoy vivo. No le podés decir a nadie, tiene que quedar entre nosotros. De nuevo, ya sé  qué estás pensando, pero no nos podemos encontrar, vamos a tener que esperar unos días. Perdoname, te extraño mucho. Ya nos vamos a ver.
                                                                                                 Saludos,
                                                                                                               Ian.


  Un escalofrío recorre mi cuerpo de pies a cabeza, es imposible: él ha muerto. Dudé pero llegó a la conclusión de que debo responder la misteriosa carta.
          


         Hola.
                No puede ser. Mi novio murió hace unos meses. Por favor, si esto es un chiste, no es gracioso. No me haga sufrir. Me duele mucho su pérdida.
                                                                                       Atte, Agustina.
     

         Hace cinco días que no recibo respuesta. No sé qué pensar. Por un lado, tengo miedo y por el otro, estoy feliz de que haya dejado de molestar. Me voy a volver loca si sigo pensando en esto. Quizás se arrepintieron por lo mal que estuvieron, pero no sé, cada vez estoy más confundida.
          Nuevamente el sonido de alguien que toca a la puerta desesperadamente me saca de mis pensamientos. Automáticamente mi corazón deja de latir y me quedo totalmente paralizada.
          Minutos después, vuelvo a tener el control de mi cuerpo. Me acerco con paso rápido a la puerta.
Efectivamente, es otra carta.


   
                 Hola, amor mío.
                                 Ya sé que parece mentira  y que te cuesta creerlo pero soy yo. Necesito tu ayuda. Es verdad que no estoy del todo vivo pero sé cómo estarlo. Tengo un plan y vos sos fundamental en él. Si te vuelvo a ver, me voy a volver a sentir vivo.
                                                                                     Por favor, ayudame, Agus.
                                                                                                 Ian.


          Siento cómo la sangre se me congela a medida que leo. Mi rostro empalidece al ver el final de la escalofriante carta.Tengo que responder, no tengo opción.
       
                       
                  


            
 Hola, desconocido.


                               Disculpame, pero creo que te estás equivocando de persona. No puedo ni quiero ayudarte. En serio, me cansé de que juegues con la muerte. Mucho cuidado con molestarme, la piedra que hoy lanzas hacia mí, puede ser con la que tropieces mañana…
                                                                            No me vuelvas a escribir.
                                                                                                          Agustina.


        Después de enviarla me sentí mejor. En ella expresé lo que sentía, pero aún tengo miedo. No sé quién es, ni con qué motivo me manda esas cartas horrendas. Me voy a calmar, respiro hondo y exhaló lentamente. Repito la acción tres veces más como si pudiera salir de esta horrible pesadilla. Funciona. Extrañamente me siento mejor. Voy a dejar que siga solo este juego, no se lo voy a seguir más.


         
Meses después…

        Me siento bien, ya no pienso en las tontas y aterradoras cartas que me llegaban. Recién hoy estoy superando la muerte de Ian. Estoy feliz. Hace una semana comencé a juntarme con mis amigas de nuevo y se siente muy bien.
         Estoy a punto de salir, cuando alguien toca a la puerta. Sí, como en aquellos oscuros días. Como solía pasarme, me quedo paralizada y con el corazón en la garganta. Toco el picaporte para abrir la puerta, pero no puedo. Estoy aterrada. Vuelvo a intentarlo hasta que lo logro.
         No quiero mirar, no quiero saber... ¿Por qué? No lo sé. Me encuentro con lo último que quería. La tercera carta.


                           Mi amada bruja,


                                      Sé que no me creés pero es la pura verdad. Actualmente estoy en Japón, ¡Sí, JAPÓN! Aunque no me creas, te necesito, sé cómo volver  y estar con vos. Por favor, vení… Te compré el pasaje (está adjunto a esta carta).
                    Nos vemos en seis días en un campo japones alejado de la ciudad, es el único que esta cerca del aeropuerto asi que no te vas a perder. Te espero a las 21:30hs. Salí apenas llegues a Japón porque es bastante difícil llegar.
                                                                                                                    Te espero.
                                                                                                                               Ian.
                             

          Al terminar de leer la carta, una palabra queda grabada en mi mente,"bruja".Recuerdos lejanos de lo mas profundo de mi alma reviven,solo el me decía así, nadie más tenía permitido hacerlo. Instantáneamente agarro todas mis cosas y me dirijo al aeropuerto. Tenía que averiguar qué está pasando. No estoy muy segura de donde sale mi valentía pero tengo que terminar con todo esto de una vez.
         Llego al aeropuerto con mil cosas en mi cabeza, ¿Qué voy a hacer cuando llegue? ¿Dónde me voy a hospedar? No conozco a nadie allá, ni siquiera sé hablar el idioma. Escucho la voz de una azafata que dice que es hora de abordar y, gracias a los mil pensamientos que merodean en mi mente casi olvido mis cosas. Son tantos mis sentimientos que casi los vomito. Una azafata me indica dónde debo sentarme, esa misma chica es la que me despierta cuando el avión aterriza.
         Llego y me doy cuenta de que estoy saliendo exactamente dos horas antes del encuentro. Me siento asustada, no sé cómo va a terminar el día, ni siquiera sé si voy a llegar viva de vuelta a casa. Decido ir caminando, ya que no traigo efectivo ni nada para pagar un taxi. El sol ya casi desaparece y deja un atardecer naranja a su paso.
          Una hora más tarde sigo caminando, mis pies comienzan a doler y no encuentro el lugar. Estoy alejada de la ciudad. La noche hace su aparición y sigo caminando sin rumbo, estoy perdida y hace horas que no veo a ninguna persona cerca.
            Han pasado horas, creo. Estoy en un camino solitario sin fin, en el medio del oscuro bosque. Hay una persona a lo lejos, pero no es nada parecido a mi Ian. Se ve extremadamente pálido, con un cabello despeinado y con muy mala postura. Todo en él parece gastado. Su presencia es como la de un fantasma. Me acerco para preguntarle dónde me encuentro ya que a lo lejos pude notar que no es oriental, le hablo pero en el momento en el que él abre su boca para contestarme, siento salir una brisa helada que se transforma en un escalofrío que recorre mi espalda.
“Hola Agus”, escucho.
No entiendo qué pasa, no puede ser él. Empiezo a temblar, me falta el aire.
-Tengo un problema, uno serio- continúa el-. “Solo vos podes ayudarme. Necesito tu cuerpo para poder vivir.”

De repente, todo es oscuro y dejo de sentir.

domingo, 23 de abril de 2017

Sueño Eterno

        Al igual que todas las lindas mañanas de primavera, Blancanieves salió a correr por el bosque, si había algo que la princesa amaba, era pasear en días como ese: cálidos, soleados, coloridos, cuando se ven miles de animales y en los cuales no hay una sola nube,en resumen ella anhelaba los típicos días de primavera. Pero aquel hermoso día ,al estar  distraída se perdió en lo profundo del bosque. No hace falta aclarar que una de sus virtudes no era la inteligencia pero hay que admitir que tenía demasiada suerte: en el medio del bosque, como por arte de magia, había una hermosa casita, y cuando digo casita es porque realmente era muy pequeña. Sin pensarlo dos veces, entró.
        Aquella casa no sólo era pequeña por fuera, sino que en su interior todo era pequeño también. Había siete lindas camitas, una cocina muy chica pero pintoresca y un baño que, obviamente, era muy pequeño. Sin pensarlo, la joven entro al baño y cerró de un fuerte portazo.
       Como era de esperarse, ir al baño no fue nada fácil, empezando porque el inodoro se tapo, largando agua hacia todas direcciones e inundando todo. Luego de varios intentos de resolverlo y varias palabrotas,que no hace falta mencionar, se le ocurrió la brillante idea de ir a la cocina en busca de algún elemento que ayude, pero, con el mundo en su contra, al intentar de abrir la puerta  saco la manija quedando, obviamente, encerrada.
-Estas cosas solo me pasan a mi - pensó.
         Todo era un completo desastre, pero luego de "pensar"(mirar el techo unas largas horas),se le ocurrió buscar en los cajones. Y si, encontró como salir, en el último cajón, debajo de unas toallas, había una pequeña cajita de madera pintada de verde esmeralda. Al abrirla vio, por fin, la pequeña llave de la puerta de madera. Todo parecia estar resuelto pero había un pequeño detalle, la llave era demasiado chica para la puerta que tenia en frente. Y como de costumbre, no pensó, y con todas la fuerzas que pudo reunir le pego una patada a la pequeña puerta abriéndola y logrando salir.
 -Alguien explíqueme,¿Por que no hice eso antes?-esa pregunta invadía su mente, pero rápidamente sacó ese pensamiento de su cabeza.
          Al salir del horrible momento, empezó a investigar. Por la mente se le cruzaban cosas tan importantes como: ¿De quien sera esta casa?,que horrible combinación de colores,¡Acaso nadie limpia acá!, ¡Ayyy, una araña!, seguro esta casa está abandonada,¿Habrá comida?, se me antoja una hamburguesa. Tengo sueño, ¿y si me acuesto un rato a descansar?creo que con tres camitas estoy bien.Y muchos pensamientos más,tan interesantes como aquellos.
          Luego de muchas quejas por la limpieza y la decoración de la casa, Blancanieves encontró, al lado de un gran televisor, en el último estante una gran caja con grandes letras verde donde estaba escrito "XBOX ONE", una estupida sonrista apareció en la cara de la princesa. Sin esperar un segundo, conectó todo y se puso a jugar lo que restaba de la tarde. Pensando jugadas en el juego "FIFA 2017", armando casas en el "MINECRAFT" y reviviendo su película favorita en el "HARRY POTTER: LEGO".
           Las horas pasaban y no aparecía el dueño de la casa, pero a eso de las ocho en punto, llegaron 7 hombrecitos y al ver su estatura, la princesa comprendió porque todo era absurdamente pequeño.
   -¿Quien sos?-preguntó uno,que al terminar de hablar soltó un estornudo.
   -Yo soy Blanca...-trato de explicar la princesa pero fue interrumpida.
  -¿Que haces con mi nueva "XBOX ONE"?- preguntó otro con cara de enojado lanzándole una mirada asesina a la joven.
   -Yo...-Intento intervenir Blancanieves pero nuevamente fue interrumpida.
   -¡SILENCIO!-le contestaron seis de ellos ya que el séptimo por alguna extraña razón no podía hablar.
   - Gruñon, a nadie le importa que hizo o no con tu aparato...-acoto otro hombrecito que parecía que en cualquier momento se dormía.
   -¡A MI SI!-contesto el que aparentemente estaba enojado.
   -SHHH - intento tranquilizar otro, tímidamente.
   -¡CALLATE!-grito en respuesta el enano odioso.
   -¡CALLATE VOS EST...!-intento responder uno que anterior mente había estornudado, pero fue interrumpido.
   Blancanieves no lo soporto mas y grito:  
   -¡BASTA!
            Todos se quedaron quietos y sorprendidos ante la reacción de la joven. Luego de mirarse entre si un largo tiempo, por fin alguien hablo:
   -Por favor, explíquenos quien es y que hace acá.-pidió amablemente otro enano con anteojos, que parecía ser el mas inteligente.
             Sin quitarle la mirada de encima a los siete pequeños seres, la bella princesa les conto absolutamente todo. Creando, desde aquel día, una amistad única e inseparable entre ella y los siete pequeños hombrecitos.
             Las siguientes semanas todo iba bien y había empezado a llevarse bien con todos excepto con Gruñón, quien la odiaba profundamente, como si la joven fuera el mismísimo diablo en persona. En la casita todo estaba organizado: por las mañanas  ella limpiaba y ellos trabajan continuamente y por la tarde jugaban a diferentes juegos. Pero aquel día, como todo lo que empieza termina, ella cansada de limpiar se quedo jugando al la "XBOX".
              Esa misma tarde los enanos la atraparon jugando y tuvieron la idea de vengarse pero no pudieron, ya que la querían demasiado para lastimarla.
              Pero Gruñón no lo soporto mas. El mismo, mas enojado de lo normal, fue hacia la casa de una temible bruja y le pidió algo que pudiera castigarla eternamente y sin piedad a la hermosa princesa. La anciana no parecía muy interesada en el problema pero cuando el menciono el nombre de la joven, la bruja no lo dudo. Preparo una perfecta manzana completamente roja y se la entrego.
              Al llegar de vuelta a la pequeña casita, comenzó a dudar si entregarle la manzana o no, y esto lo llevo a darse cuenta de que en realidad el no odiaba a Blancanieves, el la amaba. Al darse cuenta de la estupidez que iba a cometer, estuvo a punto de esconder la manzana pero, en ese instante, apareció la joven la cual parecía muy feliz. En forma de juego, la princesa le quito la manzana de la mano y le dio un mordisco. Desde aquel día no volvió a despertar y el pobre enano nunca se pudo perdonar lo que había hecho.
 
       



       
      

miércoles, 22 de junio de 2016

Las Rosas de Tsu-Ling

        El sabio Feng visitaba a menudo el jardín de Tsu-Ling que tenía las mejores rosas que rivalizaban con las mías.Las de él siempre ganaban el premio del emperador.
        Un día Feng me comentó que alguien había echado sal en la tierra de las rosas de Tsu-Ling.El creía que había sido yo.Pero, aunque lo odiaba, No podía odiar a sus rosas.Lo considero un jardinero superior.
         Feng por la mañana daba sus largas caminatas, él pensaba en sus casos, otras veces no pensaba en nada.
         A Feng no le gustaba pasear por la noche.Pero,ese día se tuvo que quedar toda la madrugada alrededor del jardín de Tsu-Ling sin ver a nadie. 
         Al atardecer, luego de descansar, Feng fue a saludar a Tsu-Ling y noto que habían volcado más sal sobre la tierra.
         Tsu-Ling se quería retirar a la colina para dedicarse al cerezo y al jazmín, yo me llevaría el premio del emperador.
          Mientras Tsu-Ling hablaba, Feng había hundido una pala en la tierra. Tsu-Ling le preguntó por qué hacía eso, si él pensaba que había sido yo. Supuestamente él sabía el crimen, el culpable pero no el arma. Feng dijo Ue seguiría hasta que dijera la verdad.
          Se quedaron callados.Hasta que, porfin, Tsu-Ling confesó: "Mi esposa solo tenía ojos para Pao, así que la maté y la planté aquí".Él quería ocultar el crimen pero ella quería hacerse ver,y crecieron esas hermosas rosas."Por eso les tiré sal, porque eran las más hermosas".
          El castigo de Tsu-Ling fue mantener sus rosas y dejar que crecieran. Él cumplió con el acuerdo y viajeros de puertos lejanos venían a ver las rosas rojas como la sangre.
          Una tarde Feng vino a visitarme, me preguntó sobre Tsu-Ling y le conté que había muerto por una espina de rosa,y que yo había cuidado de su jardín pero que no me había atrevido a tocar sus rosas, Feng me dijo que hacía bien en no acercarme y que las rosas de Tsu-Ling ya no necesitaba jardinero.
        FIN
Hecho por:Lara Paganini,Ignacio Pucheta,Franco de Laurentis y Santino Guersi